martes, 24 de abril de 2012

El lado oscuro de la microficción

... tengo mis microrelatos metidos en un cajón oscuro punteado de pedacitos de moho y cuando el dinosaurio despertó, tan hambriento, se los comió, todos: y murió, el dinosaurio, de indigestión, pero antes vino a rogarme, a mí, su autor, que por favor no lo matara de un empacho; pero yo, que soy su autor, lo maté de indigestión, así: cuando el dinosaurio despertó se comió mis microrelatos guardados en el fondo de un cajón oscuro y punteados de moho y murió de indigestión...

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