miércoles, 30 de marzo de 2011

(Pseudo) Haiku Crudelisimus


El escape nuclear
salpimenta el
mercurio de los peces.

lunes, 28 de marzo de 2011

Escritores


Roth, Zweig, Kafka, Rilke, Ripellino, Calasso, Mann, Bufalino, Handke, Bernhard... encontraron sus letras en el negro de la taza de café.
Porque la escritura es eso: los oscuros posos del terror.

La Ficción Gramatical (d)


Mis palabras: son las cáscaras del corazón.

Bucentauro


Desde el cansancio del fondo de mis párpados de mis ojos sin dormir aparece tu recuerdo navegando por los canales de mi cerebro: montada en tu Bucentauro, celebrando tus esponsales con mi mal.

martes, 15 de marzo de 2011

Poetica y Retórica de la Ficción (VII)


La Literatura es un asunto, fundamentalmente, de desperdicio de papel.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Carta abierta


Vosotros. Sí, vosotros:

el escritor nórdico infartado, el editor sabelotodo, la editora chapucera y mentirosa, el de los soldaditos, la del erizo, el del ratón de biblioteca, el del folletín rancio barcelonés, el ken follet catalán, los de las casetas, los de las firmas, el que reniega de la vida literaria y atesora todos los premios y no falta a ni un solo pesebre, el gran escritor gay, la autora de literatura infantil reconvertida en literata, la del mago, los de los vampiros, el del pijama, la escritora femenina o feminoide, el cultureta listillo pero reaccionario de gafitas,
a todos vosotros
sí a todos:
QUE OS DEN MORCILLA

Esta es mi carta abierta.

Post Data:

QUE OS SIGAN DANDO MORCILLA

Tras cualquier esquina


-¡Amigo, ándese con cuidado!: la muerte acecha detrás de cada esquina...
-¿Dígame dónde, caballero? ¡Que voy para allá ahora mismo!

Carbonilla


Introduje unas tenazas en el pecho para extraer mi eclipse de sol. Extraerlo de dentro de mi. De mi interior. Introduje, después, la mano por la boca, el puño hasta el codo. Tan sólo extraje la carbonilla del corazón.

We will pay the price (Bravado)




Ya lo dicen Rush en su canción Bravado: We will pay the price.
Todo está perdido y nosotros pagaremos el precio; nosotros: los poetas (¡me acabo de definir como poeta!). Nosotros, ¿los poetas?, lo que seamos, seamos lo que seamos, pagaremos un precio. EL PRECIO. Cuando los borrachos nos vomiten encima y las putas ni nos quieran, cuando el atardecer se nos niegue como una fruta verde y amarga, entonces, sonará Bravado en nuestra cabeza, en nuestro corazón, y su eco nos recordara que we will pay the price. Así. Repetido una y otra vez hasta la saciedad.

La Paradoja de Fermi


Me dedico a:
beber compulsivamente alcohol, leer ingentes cantidades de libros, fumar humaredas en pipa, estudiar teorías literarias, trabajar en un antro de mierda jornadas inhumanas, agonizar con la infección del insomnio, escribir las líneas más yermas y más absurdas...
con todo esto ES IMPOSIBLE QUE PUEDA SER FELIZ.
Si en lugar de todo lo anterior me dedicara a:
amar hasta la sinrazón y el sin sentido, dormir a pierna suelta, devorar las horas con la ansiedad de la vida, disfrutar de un trabajo de oficinista burócrata, escribir notas en los imanes del frigo, leer best seller de páginas anilladas (como estorninos)...
todo ello ME CONDUCIRÍA A LA INFELICIDAD ABSOLUTA y destructiva.
Por tanto:
esa esta es mi paradoja.
QUE MIERDA.

Insomnio


Hoy tengo insomnio: mañana lo pagaré. De momento, ahora, lo pagan las páginas, las palabras.

viernes, 4 de marzo de 2011

Poética y Retórica de la Ficcion (VI)


YA BASTA

No tenerte jamás


Tal vez, nunca.
Tal vez: nunca.
Tal vez nunca.

Poética y Retórica de la Ficción (V)


La Literatura es un compromiso conmigo y con mi suicidio. Conmigo y con mi fracaso. Con mi fastidio.

Lazareto


Me he nutrido del pus de los hospitales.

El Sagrado Corazón


Abrí el pecho con berbiquí y fórceps para extraer de mí un brillante, luminoso sol. Extraje un eclipse de melocotón y terciopelo.Comprobar ortografía

Vecino de los campanarios (como Baudelaire)


En Tabanera, bajo el cielo, under the sun, he sido vecino de la torre y del campanario. En Tabanera: se ha desplomado (del cielo y sobre el campanario) el Skylab.

Mujer y Literatura


-Mujer, esta es mi Literatura.
-Pues es una mierda.
-Pues habla de ti.

Los vecinos se visitan


¿Cómo está vecino, cómo está? Y estaba -hoy- más muerto que ayer.
Era la vida como un barco roñoso de petróleo.

Tako


Soy un enorme pulpo houellebecquiano que no se dedica a profetizar pronósticos deportivos sino que en un tentáculo sujeto y trituro poesías, en el otro rasgo libros, en el tercero reduzco a pulpa obras completas, con el cuarto abro cajas de opiáceos, con el quinto me sacudo tragos de whisky, con el sexto firmo dedicatorias en las que escribo "no hay esperanza", con el séptimo trazo un cróquis de mi sudario y de mi túmulo y de mi futuro cenotafio, de mi suicidio planeado; con el octavo... ¡ay, con el octavo! Con el octavo me abro el vientre en hara-kiri a lo Mishima.
Mishima: eras un imbécil.

jueves, 3 de marzo de 2011

In the Mall


Puedes tener todo, absolutamente todo, cariño, mi vida, mi amor: todo, menos la vida real.

La tela más áspera.


Con tu recuerdo me confeccioné una casulla: me produjo ronchones.

Pulsión erótico-fúnebre


¡Al hoyo, al hoyo! -gritó alborozado ante las perspectivas que se le presentaban de disfrutar con ella: y la descendieron (el ataúd chirrió lentamente) a la tumba.

Olores de la fruta y la verdura


Oliste a melón maduro en las playas de la Costa Rica del recuerdo; oliste al plátano verde y amargo en las costas de pistachos; oliste a piña, a trufa, a verduras en sazón (con unas gotitas de amoniaco desinfectante).
Oliste a todo eso , pero, sobre todo, apestaste a ti: fruta prohibida/fruta podrida.

El Hombre y el Espacio


Soy un hombre que viaja en autobús, en tren, en metro, en automóvil. Soy un hombre que devora kilómetros en avión, que engulle los largos espaguetinis de vía férrea, que chupa el sorbete congelado del aire de las toberas de Lufthansa. Soy un hombre que consume, tritura, devora distancias a golpe de páginas de libros, a salto de renglones: me alimento de palabras y regurgito desesperanzas. Me amamanto de ti, tan lejana, encastillada en el casco antiguo, en tu casco antiguo de tu ciudad, fortaleza a la que jamás alcanzaré.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Asfixia


En Bratislava, al atardecer, mientras cae la cellisca, los fantasmas de Kafka, Brod y Urzidil visitan la Plaza Mayor. En Viena, entrada la noche, junto al gasómetro, los fantasmas de Bernhard y Rilke vomitan sus palabras. En Budapest, al amanecer, Banffy y Maray se atragantan con palabras, me asfixian con su cháchara vertida en grandes volúmenes.