
Roth, Zweig, Kafka, Rilke, Ripellino, Calasso, Mann, Bufalino, Handke, Bernhard... encontraron sus letras en el negro de la taza de café.
Porque la escritura es eso: los oscuros posos del terror.
Reflexiones de una mente enferma sobre el mal de la escritura
o una forma de iluminarlos...
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