ojalá
nuestra vida fuera
una escalera
de escher
unido su final a
su principio
y su principio
a su final
y que así
cada vez que decidieras
abandonarme
entrarías de nuevo
por la puerta
te volvería a
conocer
aunque también
en ese instante en que
llegaras
te estarías
marchando
de nuevo
y yo
perdiéndote
otra vez
un enfermizo bucle sin aire fresco.
ResponderEliminarEn efecto, enfermizo... no lo había visto así... gracias por la nueva perspectiva.
EliminarMe da que pensar... ¡sobre mi salud mental!
:)