martes, 31 de mayo de 2011

Como un músico de Terezín


Anclado en el no-tiempo de este Infierno: creando, interpretando, pensando, escribiendo de forma inútil, sin sentido. Es un Infierno inútil, no conduce a nada, a un no-lugar: si acaso, conduce a la desesperación.
Como un músico de Terezín: escribiendo por Terezín, respirando por Terezín, sufriendo por Terezín, agonizando en Terezín. Sin futuro en Terezín.
Como un músico de Terezín, que hoy toca el violín y sabe que, mañana, a lo sumo pasado, será viento y ceniza por gas y crematorio, colgado de las líneas del pentagrama: más allá de la lejanía de la partitura.
Tan lejos de mis páginas en blanco.

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