jueves, 8 de septiembre de 2011

Impreso a muerte


Bernhard, en Trastorno:

“En la biblioteca ese frío se hace aún más insoportable. Nada más que cerebros impresos a muerte. Con cada libro descubrimos, para nuestro espanto, un hombre impreso a muerte por los impresores, editado a muerte por los editores, leído a muerte por los lectores”.

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