lunes, 4 de abril de 2011

Premonitorio de horrores (Primera Parte)


Cada madrugada me levanto: me siento delante del ordenador: mientras windows 7 me saluda y se carga con su musiquilla: me preparo un café en mi Nespresso (suele ser el amargo y duro Arpegio): y me pongo a escribir en el documento de word en blanco: siempre a las cinco en punto.
Escribo de cinco a ocho: y construyo una vida: mi vida: lo que será mi vida ese día.
Porque desde hace años, hace años ya, hace años, todo lo que me sucede lo he puesto antes por escrito, levanto mi vida cuando me levanto, de cinco a ocho, escribo, lo pormenorizadamente que puedo, o quiero, o deseo,lo que va a suceder ese día...

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