miércoles, 6 de abril de 2011

Las propiedades excitantes del lenguaje


En una batidora: un grueso volumen del Quijote (a ser posible la Segunda Parte); entero La insoportable levedad del ser (con un poco de comino para facilitar la digestión); unas hojas, tan sólo unas pocas páginas, de Bernhard (para dotar al brebaje de un toque de amargura); y un resumen conciso de una obra de Kafka (hay que proporcionar una especie de demi-glace como fondo de la bebida, sin abusar de la densidad).
Adornar con: unas gotas de sangre (de la misma arteria aorta si es posible).
Beber de golpe, de inmediato y experimentar, así, las propiedades excitantes del lenguaje.
Advertencia: posibles efectos secundarios: suicidio, tendencia al llanto, paro cardiaco, riesgo de escribir un best-seller de 800 páginas con aspiraciones de novela de calidad. Zafonismo/Cerquismo.
En casos mínimos (uno entre un millón): ¡puede generar analfabetismo!

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