*Esta reseña apareció en el sitio Mi Nueva Edad:
https://www.minuevaedad.com/actualidad/2017/10/18/el-disco-del-mes-bo-djubi-songh-de-candelaria/
Interprete:
Candelaria
Título: Bo djubi songh
Discográfica: Whatabout
Music
Género: Jazz Fusion/World Music
Duración: 43m; 50s.
Número canciones: 6
Fecha de publicación: 7 de febrero,
2012
De Guinea al Magreb, pasando por
Costa Rica
La
industria musical es cruel y, generalmente, desagradecida. Por ese motivo,
acostumbra a sepultar intérpretes y grupos de sobrado talento bajo toneladas de
mediocridad y música para radio-fórmulas. Solo así se puede explicar, en un
negocio cuya ceguera solo es comparable a lo inmenso de su insensibilidad, que
discos como el que hoy recomendamos en Mi
Nueva Edad hayan pasado de largo.
Bo djubi songh, al parecer el nombre
de una danza de Guinea-Bissau en idioma Kiriol, es el luminoso y optimista
segundo disco de la banda Candelaria.
Lo luminoso, y lo optimista, en este trabajo, vienen de la mano del free-jazz
fusionado con ritmos africanos. En efecto, aquí hay mucho de los míticos
Weather Report, del propio Joe Zawinul, pero los sonidos de África recuerdan, también,
al disco Tchokola del violinista Jean-Luc Ponty e, incluso, las
guitarras se aproximan a Pat Metheny.
Con todas estas influencias, o con
el rastro que podemos encontrar de estos músicos en el disco, parece difícil
creer que semejante obra no haya tenido la repercusión merecida. Pero,
lamentablemente, ha sido así.
El disco arranca con una invitación para
ser escuchado de la mano del saxofón de Fran Mangas al inicio de Tegucigalpa, primera canción de este
manifiesto musical del buen gusto. Inmediatamente después, llega una de las
canciones estrella, Caldera Power. La
guitarra de Israel Sandoval y las percusiones de Jesus Mañeru se acoplan para
levantar una pieza de un ritmo vertiginoso.
En Corsica, el espíritu de Weather Report que inspira todo el disco se
hace patente, de la mano de las flautas de Juan Carlos Aracil que traen ecos de
Tim Weisberg, el flautista norteamericano de jazz fusión. Y después, cuando ya
estamos completamente rendidos a Candelaria,
brota el gran tema de este Bo djubi songh: Pura Vida. Una experiencia vital en Costa Rica inspiró esta canción
de casi 14 minutos. La forma en la que se desencadena la batería al principio,
arropada por el bajo, inmediatamente puede recordarnos a una composición de la
banda de jazz de Phill Collins, los míticos Brand X; sin embargo, en un giro
sorprendente, la pieza se llena de sonidos con regusto al Magreb, compaginados
y alternados con toques jazzísticos de muchos quilates y acostados sobre un
efervescente teclado manejado por Mario Díaz.
Una ambiental, atmosférica y
relajante Humo, con un reposado
saxofón, nos conduce por esta carretera musical hasta su última entrega, la
canción que da título al disco, ejercicio vocal y de percusión africana como
epílogo a un trabajo en donde han aparecido corrientes, tendencias e
influencias de los mejores intérpretes de jazz del mundo. Y no sólo eso, porque
el espíritu funk de Earth, Wind & Fire asoma su cabeza por el fondo.
Un
trayecto que abarca desde Guinea hasta el Magreb, pasando por Costa Rica, lo
que consigue, curiosamente, que el disco muestre una sólida y monumental
personalidad propia; una presencia apabullante de lo que pueden alcanzar un
grupo de excelentes músicos cuyo objetivo es la delicadeza y la inspiración en
cada una de sus composiciones.
Y, dado el maltrato de la industria,
es casi imposible comprar el disco, pero se puede escuchar, y merece mucho la
pena, en el siguiente enlace de Spotify:
https://open.spotify.com/artist/7ks3PBmgylaxcrmfbefGsi
https://open.spotify.com/artist/7ks3PBmgylaxcrmfbefGsi
Os invito a todos a oírlo, como una forma de hacerle
justicia a este disco y a estos músicos.
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