lunes, 11 de noviembre de 2013

Literatura y Evangelios



“Lo malo es cuando pretenden que la literatura sea solamente los textos sublimadores de la existencia humana, que hablan de lo que no existe, del ideal, porque detrás de cada realidad late en esbozo un trasfondo impalpable, ésta es la sombra que una estrecha concepción romántica de la literatura proyecta sobre las obras, que olvida la cara viva, todo lo que hay ahí, visible con el mero mirar por la ventana, y contemplar el sol, las nubes, la gente que pasa, vestida con modas variadas, cada uno con su preocupación y con sus esperanzas. Demasiados prefieren que la literatura exalte lo impalpable, apartada de la realidad social. Y han encontrado unos evangelios, El canon occidental, y a Harold Bloom, de la Universidad de Yale”.

Germán Gullón.         
Los mercaderes en el templo de la literatura.
Caballo de Troya, Madrid, 2004, pp. 162-163.

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