martes, 16 de enero de 2018

Oro, incienso, mirra y libros de segunda mano para los Reyes Magos literarios



*Esta columna apareció en achtungmag.com:

http://www.achtungmag.com/oro-incienso-mirra-libros-segunda-mano-los-reyes-magos-literarios/

La llegada de nuestra arraigada festividad de los Reyes Magos puede significar toda una amenaza a la economía más boyante, así que aquellos que apenas llegamos —o ni siquiera llegamos— a fin de mes, nos encontramos con un enorme problema de presupuesto a la hora de poder comprar los regalos. Sin embargo, existe un lugar maravilloso en donde se pueden encontrar presentes para toda la familia sin exprimir el bolsillo hasta la extenuación. Estoy hablando, como no, de mis adoradas librerías de lance, es decir, de libros de segunda mano.

Porque lo primero que debemos sacarnos de la cabeza, y de los prejuicios, es que en este tipo de librerías solo nos vamos a encontrar con libros amarillentos, sobados o ajados. Los hay, desde luego, pero también hay un gran número de volúmenes que, o bien provienen de bibliotecas personales en donde han sido bien cuidados, o están nuevos porque se han vendido sin abrir ni leer.

Entre todos ellos, vamos a encontrar, y comprar, nuestros regalos de Reyes, sin dejarnos una fortuna.

Para Papa y Mama, que no tienen mucho tiempo de leer
En este apartado es en donde vamos a dar en el clavo seguro. Rara es la librería de usados que no posea una poderosa estantería repleta de Best-sellers o libros de consumo, generalmente nuevos, o prácticamente nuevos, a años luz de su precio original. Cualquiera de estos volúmenes no pasa de 5 o 6 euros, mientras su precio en una gran superficie, por ejemplo, alcanza más de 20 euros con facilidad.

Si nuestros progenitores son más bien de gustos, llamémoslo populares, podemos comprarles el último Premio Planeta por apenas 6 euros (su precio más ajustado en el mercado es de 20,80 euros), o alguno de Dan Brown, por 15 euros menos de su precio en tiendas. Tienen mal gusto, pero a unos padres se les perdona todo. Además, leen unas pocas páginas, rendidos por la jornada laboral, mientras ya cabecean en la cama. Que lean lo que quieran. Se lo han ganado.

Lo mismo sucede con la novela policiaca: algún libro de la saga de Stieg Larsson no alcanzará los 10 euros, mientras clásicos como James Ellroy y Philip Kerr se mantienen muy por debajo de sus precios de venta nuevos. Son esos libros de playa y piscina, tras los que nuestro padre se refugia bajo la sombrilla, porque no hay nada como un buen crimen sin resolver para afrontar el mes de agosto.

Ahora bien, si nuestra madre, o nuestro padre, tienen el gusto por una literatura de calidad, por libros de fondo de biblioteca, por clásicos de toda la vida, por autores legendarios, vamos, que tuvieron un profesor de literatura como Dios manda en el colegio y no un desgraciado vomita apuntes señor-de-lecturas-obligatorias, entonces, nos lo ponen bien fácil: estos libros, en muchas ocasiones, no pasan de los 3 o 4 euros. Y si son en bolsillo, podemos llegar a comprarlos por un euro, rescatados de esos enormes cajones de oferta en donde se albergan maravillas.

El Aleph de Borges, en alguna de sus muchas ediciones de bolsillo, los cuentos de Cortazar, o algunas novelas de Faulkner, Hesse, Mann, Proust o Kafka, no pasan de los 4 euros. Y qué decir de esos muebles inmensos repletos de novelistas españoles, en donde resulta abrumadora la presencia de autoras, víctimas de la sobre publicación y la pésima gestión del mercado editorial y, hay que admitirlo, del capitalismo literario. En esos anaqueles, ningún volumen, por reputado que sea la autora o el autor, alcanza las dos cifras en su precio.

Para los abuelos de batallitas y club de lectura
Ese abuelo lector devora libros, en especial si se trata de Historia, o en concreto de libros bélicos de la Segunda Guerra Mundial, o de nuestra Guerra Civil, tiene un santuario en las librerías de lance. Los aparadores de libros sobre Historia y bélicos están repletos, y los volúmenes a unos precios competitivos sin parangón, a menos de la mitad del precio original.

Aquí, encontramos algunas novedades sobre la Segunda Guerra Mundial, incluso sobre la Primera, muy de moda últimamente, cuyo precio original de 25 o 30 euros se ha reducido entre los 12 o 15. Hay que advertir que estos libros suelen ser los más caros de las librerías de segunda mano, pero aun así el ahorro es notable. Y nuestras abuelas, que leen novelas contemporáneas de autores de esos que se pueden encontrar en el Círculo de Lectores, por ejemplo, tienen en estas librerías un filón.

No podemos olvidarnos de la sección de ensayo, incluso de la poesía (los más baratos de la tienda) o del teatro. Aquí hay de todo y para todos. Incluso para los niños y adolescentes.

Para el niño y la niña, oiga, a ver si dejan un rato la play
Harry Potter o el Diario de Greg son dos fenómenos editoriales sin parangón en el mundo editorial juvenil. Por supuesto, algunos volúmenes de estos libros también pueden encontrarse de segunda mano y a muy buenos precios. Sólo se trata, como con cualquier título, de saber buscar y tener un poco de suerte. Las librerías de lance suelen tener un rincón bien surtido dedicado a este tipo de literatura, con la ventaja de que los libros no están muy castigados dado que, generalmente, han sido regalados para apartar a los muchachos de la consola, y no han conseguido su objetivo.

Si nos centramos en otras colecciones juveniles, es sorprendente la cantidad de libros de Barco de Vapor, o de los Cinco, que esperan un nuevo dueño que los trate con dignidad. Porque en España hubo un antes de Potter y de Greg en la literatura juvenil, aunque parezca mentira. De verdad, lo prometo. Así fue.

Para ese cuñado friki que es un poco “pesao
Efectivamente, él, también tiene cabida en la mágica librería de saldillos. Somos incapaces de imaginarlo sin un volumen de, al menos, 600 páginas bajo el brazo. Y gracias a él aprendimos que, en efecto, los robots sueñan con ovejas eléctricas y eso de las naves que arden más allá de Orión.

La estantería de libros de ciencia ficción suele ser notable, plagadita de volúmenes de Stanislaw Lem, Philip K. Dick, e incluso otros autores míticos de sagas intergalácticas que a los profanos en el asunto, como yo, no nos suenan de nada, pero hacen que a nuestro cuñado se le desencaje la mandíbula de lujuria literaria y gozo. Por supuesto, Tolkien tiene su hábito natural en este lugar con cualquiera de sus obras.

Batiburrillo de saldos para los más burrillos
Esa prima, o ese amigo, que anda un poco atolondrado, puede recibir nuestro presente de Paulo Coelho o Jorge Bucay, para ver si así se asientan un poco, o libros de autoayuda como el del Caballero de la Armadura Oxidada (Obelisco) de Robert Fisher, o el de ¿Quién se ha llevado mi queso? (Empresa Activa) de Spencer Johnson, entre otros muchos. Se encuentran sin dificultad. Parece que una vez que han cumplido con su gran misión fueron abandonados sin misericordia ni agradecimiento… O tal vez, puede ser, que no hayan cumplido con lo que prometían, pero esa horrorosa posibilidad no quiero ni imaginarla.

¿Y ese amigo pesadísimo que tose y tose asegurando que quiere dejar de fumar pero nunca lo hace? Pues para él también hay algunos clásicos de este tipo de manuales para dejar de ser Mr. Nicotina y convertirse en Don me cabe toda la Naturaleza en mis Pulmones.

Libros de recetas de cocina, literatura en otros idiomas (sobre todo inglés, pero también algo en francés y alemán), filosofía, religión, ciencias sociales, música, cine…, casi cualquier cosa nos espera en estos lugares fascinantes, incluso esoterismo, teosofía y hasta ciencias ocultas, pero bien a la vista en las estanterías.

Recordemos a algunos de esos autores clásicos que nunca faltan a su cita con el cajón de saldos o la librería de lance: Ángel Palomino, Gironella, Gala, Cela y Delibes, Vargas Llosa, Vicki Baum, Harold Robbins, Dan Brown, Javier Cercas y Ruíz Zafón, Sven Hassel, que es lo mismo que decir: Madrid Costa Fleming, Un millón de muertos, Grand Hotel, Los Panzers de la muerte, El código Da Vinci, La fiesta del chivo, Soldados de Salamina,…, y también otros títulos que se muestran como nieves eternas de esta latitud de los saldos: Hijos de Torremolinos, La sangre, El astrágalo, La piel, Los cipreses creen en Dios, y cualquier libro sobre Stalin y Hitler, de ellos hay volúmenes a montones, y sobre Franco, y unos de los textos estrella de toda tienda de este tipo que se precie: La historiadora (Umbriel) de Elizabeth Kostova, por toneladas, y De parte de la princesa muerta (Espasa) de Mourad Kenize, a pares.

Hace ya un tiempo escribí una columna aquí en Achtung! sobre librerías lance y los libros más habituales que en ellas podemos encontrar. Si quieres puede svolver a consultarla en este enlace:


Y siempre nos aguardan En brazos de la mujer madura de Stephen Vizinczey y El perfume de Patrick Süskind —ambas en Seix Barral—, como tampoco faltan a su cita con la rebaja L.A. Confidencial —el clásico de Ellroy en cualquiera de sus ediciones—y esos Juegos de la edad tardía (Tusquets) landerianos. En fin, toda una fauna literaria entre la que podemos realizar nuestra compra de Reyes sin soportar grandes daños económicos. A continuación, os dejo la lista de mis adquisiciones y el dinero que me he gastado. A ver qué os parece:

Para padres y madres:
El código Da Vinci (Umbriel), Dan Brown, asignatura pendiente de nuestras madres, espoleada el ansia por leerlo después de ver la película y parecerles Tom Hanks tan majo, 7 euros.
La historiadora, ¡necesito algo más sobre vampiros y este no lo he leído aún!, para ese padre que se fascinó con el Drácula de Coppola y que desde entonces no se quita los colmillos, 5 euros.
Matadero Cinco (Anagrama), Kurt Vonnegut, para lectores exigentes con ganas de leer algo original y divertido, 6 euros.
Para los abuelos:
El móvil (Tusquets), Javier Cercas, porque al abuelo le llegó al corazón Soldados de Salamina (también en Tusquets), 4 euros.
Marina (Booket), Ruíz Zafón… ¿Pero este chico tiene alguna novela más además de esa del edificio lleno de libros? Sí, abuela, sí que las tiene… 4 euros.
En el dia de hoy (Planeta), Jesús Torbado, para ese abuelo que se alegra de que los republicanos hayan ganado la guerra civil, aunque sólo sea en una ucronía, 2 euros.
Para niños, jóvenes y adolescentes:
Harry Potter y la piedra filosofal (Salamandra), J. K. Rowling, como iniciación a la saga, porque se tienen que iniciar en algo más que no sea el Call Of Duty, 5 euros.
El castillo de los Cárpatos (Bruguera), Julio Verne, una mezcla de terror científico light que igual le roba unas horas a la play, 2 euros.
Las aventuras del barón de Munchausen (Bruguera), G. A. Bürger, un clásico de los de toda la vida, y divertido un rato, 1 euro.
Para algún amigo friki, y otras compañías:
Drácula (Debolsillo), Bram Stocker, uno que nunca falla, 5 euros.
Frankenstein (Anaya), Mary Shelley, para tener la parejita junto con Drácula, solo me faltan la Momia y el Hombre Lobo, 6 euros.
Dune (Debolsillo), Frank Herbert, el primero, el bueno, el de toda la vida, un clásico pendiente, 5 euros.
El fin de la eternidad (Hyspamérica), Isaac Asimov, uno de mis libros favoritos sobre viajes en el tiempo, 1 euro.
Y del cajón de todo a 1 euro:
La Hora 25 (ediciones G.P, colección Reno), Constantin Virgil Gheorghiu.

En total, una compra por 54 euros. Si os apetece, calculad el precio de nuevos en cualquier gran librería, contando con que muchos de ellos ni los podríais encontrar, víctimas de la absurda ley del mercado de novedades.

Recordad, si fuisteis buenos, los Reyes os traerán mucha y buena literatura, pero si habéis sido malos os traerán la nueva novela de…


¡Feliz 2018 y felices lecturas, achtungers! Nosotros os prometemos un año repleto de libros, reseñas y críticas. 

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