en el fondo de tus
ojos
de ginebra verde
respira el nido de
un pajarito
aplumado
en los cantos de
petrarca
en tu
boca
de oporto
y maderas palo de
rosa
se maceran las
palabritas del poeta
cuando se emborrachó
de la vida
a mitad del camino
en medio de la
selva oscurecida
tu
piel
se recita con sabor
de sextinas
y gustos del
cancionere
todo tu
cuerpo
es forma de abismarte
en mí
para buscarme rescatarme
primero
me gemiste
eurídice
después
para
alcanzar las tres
estrellas
me enredaste en el
empíreo
de tu pelo
al fin
en tu sexo de cielos
y poemas
me moldeaste hombre
y suspiré versos
como
tu beatriz
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