No tengo padrinos: ni he luchado a brazo partido para conseguir influencias: estoy sólo: me enfrento a la vida literaria a pecho descubierto: sin contactos, conocidos, fiestas, relaciones.
Siempre decidí que me defendería mi literatura, mis obras, pero he comprobado que los libros son cobardes y miedosos: incapaces de defender a nadie: no dan la cara por nadie.
Tras dos decenas de años de haber adoptado este comportamiento y unos piojosos, emaciados y entecos librillos publicados: tras más de veinte años siguiendo esta línea de actuaciones: puedo decir muy alto, con orgullo, en letras mayúsculas un: es cierto: lo es:
HE FRACASADO.
Siempre decidí que me defendería mi literatura, mis obras, pero he comprobado que los libros son cobardes y miedosos: incapaces de defender a nadie: no dan la cara por nadie.
Tras dos decenas de años de haber adoptado este comportamiento y unos piojosos, emaciados y entecos librillos publicados: tras más de veinte años siguiendo esta línea de actuaciones: puedo decir muy alto, con orgullo, en letras mayúsculas un: es cierto: lo es:
HE FRACASADO.
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