desde que soy poeta
en el corazón un alfilerazo
astillas en las uñas
ponzoña en la boca
y sangre fermentada por ti
desde que soy poeta
en la garganta amarguras
y en los labios costrones
y en las narices el humo acre
de la brea de la antorcha
desde que soy poeta
en el bolígrafo una carbonera
y en el papel todo el naufragio
y en la caligrafía torrenteras de tu fiebre
desde que soy poeta
en las pupilas el campo de cuervos
y en los ojos esa nube
que todo lo opaca
desde que soy poeta
desde que soy poeta
soy tú
soy tú
que ahora disfrutas de una boca
de una noche sin lunas y algas
enardecida de mar y sudor
soy tú
ajena al sabor agrio
de estos versos
en donde soy tú
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