esa madrugada en que tu
llanto explotó sobre las calles descubrí entonces que llevaba una marca de
rechazo como un velo negro y comprendí que no era nadie esa madrugada en que tu
llanto explotó sobre las calles y yo te amaba tan fuerte que sin llorar como tú
no podía dejar de llorar y yo te amaba tan fuerte que sin temblar no podía
dejar de temblar y yo te amaba tan fuerte que sin hablar no podía dejar de hablar
en esa madrugada en que tu llanto explotó sobre las calles y descubrí entonces
que nada era y que nada sería y que varado en el rechazo era inmenso como un
cachalote despistado que muere en arena y tú eras como un delfín de los
zoológicos que ejecuta cabriolas y pasos a dos en esa madrugada en que tu
llanto explotó sobre las calles y las verjas y los cerrojos se cerraron sobre
nosotros de una forma ya irremediable y para siempre en esa madrugada en que tu
llanto explotó sobre las calles y yo tuve la certeza de que no merecía el castigo
y que tampoco te merecía a ti en esa madrugada en que tu llanto explotó sobre
las calles
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