En la oscuridad, tan solo y tan a oscuras en la oscuridad de mi vida, de mi casa, de los cuartos, de las habitaciones, de mis pensamientos, de mi voz...
Solo y a oscuras temo por ruidos y temo por palabras extrañas. Por sonidos ajenos. Temo por permanecer demasiado solo y demasiado a oscuras para ponerme a pensar y maldecir. Demasiado solo y demasiado a oscuras para interrogarme, lamentarme, arrepentirme, oírme llorar y chillar, protestar, creerme soñar, recordar, ignorar, sollozar…En la soledad, por, para y de la soledad. En la oscuridad, por, para y de la oscuridad: en la oscuridad de los sueños y en la oscuridad de los pensamientos, en la soledad del olvido. De la oscuridad de la ignorancia al temor... en el temor, temor de los ruidos extraños... temor a los ruidos extraños, miedo a la soledad por el frío: hiela y congela el alma. Hiela y congela... Desde la soledad y el frío y la oscuridad se puede quebrar un sentimiento. Se puede uno parapetar y quebrar un sentimiento. Se puede luchar con fuerza. Luchar con dolor y luchar por el dolor. Detrás del parapeto: el sentimiento. El parapeto: mí sentimiento quebrado… Mi estúpido parapeto. Luchar al fin y al cabo.
A solas en la oscuridad se teme por todo. El temor es tan grande que cuando arraiga -profundo y poderoso- crece y crece sin que nada -ni nadie-, ni una caricia -ni siquiera tuya, ni siquiera tú-, puedan detenerlo. A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. Se apodera de tejidos y de fibras, de músculos y huesos, lágrimas… A solas en la oscuridad se teme por todo.
A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. A solas en la oscuridad se teme por todo. Por todo. Por todo. De todo. Sobre todo de ti. De ti. Por ti. Sin ti. A solas en la oscuridad se teme por todo.
En la soledad todo puede suceder. Todo lo que puede suceder en la soledad y en la oscuridad acaba por destruirte. En la soledad todo puede suceder. En la soledad todo puede suceder: cuando entras en la soledad y entras en la oscuridad ya estás destruido... ya estás destruido... ya estás destruido. En la soledad todo puede suceder. En la soledad todo puede suceder. En la soledad todo puede suceder. En la soledad todo puede suceder: ya estás destruido...
Solo, en la oscuridad, no puedes ni llorar. Las lágrimas no saben por donde rodar. El odio no encuentra -jamás- una vía de escape más allá del corazón.
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