Sobre las teclas,
ahí,
sobre las teclas del ordenador,
en el teclado:
un poquito a la izquierda;
desde el centro hacia la izquierda y usando dos filas:
allí:
allí aparece tu nombre.
Miro el teclado del ordenador
y sólo leo esas letras:
las que forman tu nombre.
Desde la derecha hasta la izquierda,
saltando unas teclas,
con retroceso,
y brincando a la inmediata fila de abajo:
así aparece tu nombre:
así leo tu nombre.
Cuando miro al teclado,
por encima de todas esas letras,
de entre el qwerty,
emergen esas solo:
las que forman tu nombre.
Destacan,
destaca
tu nombre entre el teclado
y se ilumina y brilla
en mi mente.
También,
en mi desgracia.
Es: mi desgracia
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