Todos mis chacras
se encendieron
anoche
cuando pensé en ti:
abiertos e iluminados
como las luces de un
semáforo
bajo la nieve de Akron
un arbolillo de Navidad
bajo la nieve de Varsovia
la explosión
lejana
de toda una constelación
ignota.
Todos mis chacras
se avivaron
al rojo
cuando pensé
anoche
en ti.
Dios, que mal
me
sentí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario