Dijiste que no creías en el amor. Dijiste que el amor no existía. Me dijiste que yo creía estar enamorado de ti, pero que en realidad no lo estaba; yo no lo estaba. Me dijiste que el amor no existía…
Y mírate ahora: casada: con hijos: en la cabalgada, intensa, en el largo camino a la felicidad.
MENTIROSA
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