-Así que dice usted que es un dulce dolor…
-Sí, doctor: un dolor dulce.
-¿Un dolor dulce o un dulce dolor? La cosa tiene su importancia…
-Un dolor dulce: primero duele, pero uno se da cuenta, de inmediato, de que no daña, de que es dulce y agradable.
-¿Un dolor bueno? Caballero, la medicina no contempla semejante cosa.
-Pues yo lo tengo: ¿seré el primer caso?
-Ummm…
-No lo creo doctor… debe haber más casos como el mío…
-Si los hay: yo no los conozco. ¿Así que dice usted que le duele, pero que es bueno?
-Ya se lo he dicho. ¿Cuántas veces deberé repetírselo?
-No se altere, hombre… intento hacerme una idea de cómo es ese tipo de daño.
-No es un daño… es un dolor, un dolor dulce.
-Que ya, que ya… ¿es como cuando le pisan a uno los callos?
-¡Que va doctor, que va a ser así!
-Vaya… umm, ¿es como una picadura de mosquito?
-Ni remotamente.
-No sé… ¿es cómo al nacer? ¿El dolor de la vida?
-No recuerdo cómo dolía al nacer, doctor, pero sí: es el dolor de la vida nueva…
-¿Sabe usted que ese es el título de una obra de Dante? No, claro, usted que va a saber…
-¿Dante, el del Infierno?
-Sí, ese, bueno.. creo que se lo podemos extirpar o, al menos, paliar…
-Es que… ejém, doctor, yo no quiero que me lo extirpen, ni que remita, ni que me lo alivien…
-¿No?
-No,
-¿Entonces que quiere?, ¡porque llevamos con esto ya un rato!
-Sí, bueno… yo lo que quiero es que me lo fijen para siempre, que siempre exista…
-¿Qué siempre exista?
-Sí, que siempre vaya este dolor dulce conmigo y que, si puede ser…
-¿Si puede ser?
-Lo magnifiquen. Hasta el infinito a ser posible.
-Haremos lo que podamos: pero no le garantizo nada…
-Gracias doctor.
-Estamos para eso. Y dígame algo: ¿qué le causa este dulce dolor?
-Es un dolor dulce, doctor, no un dulce dolor, y no es un “qué” la causa.
-¿No?
-No.
-¿Entonces?
-Es un quién, doctor, es un quién…
-¿Y es..?
-Es Ella doctor, es Ella… que parece que no se entera usted de nada…
-Ella, ummm: comprendo. Veremos de hacérselo, al menos, crónico.
-Gracias doctor: gracias.
-¡Es la medicina la que obra por mis manos! Pero le advierto: le dolerá siempre ya…
-Es un riesgo que estoy dispuesto a asumir…
-De acuerdo: prepárese entonces: abra mucho la boca…
-Aaaaaaaaaaaaa…
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