*Esta reseña apareció en Mi Nueva Edad:
https://www.minuevaedad.com/actualidad/2019/5/17/el-disco-del-mes-knife-de-aztec-camera/
Intérprete: Aztec Camera
Título: Knife
Discográfica: Sire Records/Warner
Género: Rock
Duración: 39m; 27seg.
Número de canciones: 8
Fecha de publicación: septiembre de 1984
La metamorfosis de un genio llamado Roddy Frame
Nos encontramos ante uno de los mejores ejemplos de la evolución discográfica y musical de un grupo. En este caso os hablamos de Aztec Camera, que había debutado en 1983 con el disco High Land, Hard Rainy había cosechado un éxito moderado como banda de la New Waveochentera. Dos canciones de su primer trabajo, Oblivius, y la inolvidable Walk Out to Winter, avalaron el brillante debut.
Pero el grupo, de la mano de un ilustre productor, el guitarrista y líder de Dire Straits, Mark Knopfler, apenas un año después, derivará con su segundo trabajo hacia lo que se conoce como Art Rock, Pop Sofisticado o Soft-Pop. El resultado será Knife, que hoy recomendamos como disco del mes en Mi Nueva Edad.
Knife es, indudablemente, la obra maestra del grupo. Aunque tal vez aquí debería dejar de hablar de Aztec Camera como un grupo, ya que se había convertido, y ya será así siempre, en el instrumento para vehiculizar el ingente talento de Roddy Frame, su líder, cantante, guitarra y compositor, también cantautor en el sentido británico del término de un cantante que escribe e interpreta sus propias canciones, en la tradición de Paul Weller, por ejemplo.
Aztec Camera son y serán un grupo de músicos de estudio, y un grupo de músicos de gira en directo, que irán cambiando y alternando en derredor de la magia creativa de Roddy Frame, principio y fin de la marca. Por eso, en Knife, asistimos a la completa explosión compositiva de uno de los mejores músicos del pop-rock británico y escocés.
Roddy Frame decide abandonar gran parte del patrón de Nueva Ola que alimentaba el primer disco de Aztec Camera para componer un trabajo barroco, de letras profundas y poéticas, bañadas en un halo de gran melancolía. El resultado es un disco inolvidable, uno de los más inolvidables de la década de los 80, con su ambiente depresivo, la tonalidad de las canciones y todas esas joyas que alberga en su interior.
Desde el inicio, con Still On Fire y Just Like The USA, con esos aires a loDylan que tanto han gustado siempre a Roddy Frame, pasando por dos canciones impresionantes como Head Is Happy (Heart´s Insane) y The Back Door To Heaven —si atendemos con cuidado podemos encontrar el rastro de las guitarras del propio Mark Knopfler—, hasta alcanzar algunas de las mayores obras maestras de Roddy Frame: All I Need Is Everything —con esa larga salida del tema apoyada en una brillantísima parte instrumental— y Backwards And Forwards —una balada que pone los pelos, literalmente, de punta—, y el tremebundo final con la canción que da título al álbum: Knife.
Tal vez sea esta canción, Knife, la que mejor defina el espíritu del disco. Nueve minutos que repiten un ritmo monótono y machacón que se muestra capaz de crear una atmósfera desesperanzada, agotada y amargada, que transmite una introspección demoledora adornada con una melodía preciosa y delicada.
Sin duda, este es el disco que debes escuchar de Aztec Camera si no los conoces (o si no conoces a Roddy Frame, mejor dicho), para luego, si quieres, retroceder a los fuegos artificiales nuevaoleros de su debut con High Land, Hard Rain.
Knife es un disco alejadísimo en lo conceptual y en lo instrumental de aquella primera entrega, en donde solo existe una continuidad en el lirismo de sus letras y en su ánimo de tarde de lluvia otoñal. ¿Acaso las mejores canciones no son aquellas que nos rescatan en una tarde de lluvia otoñal?
Pues de eso trata Knife, de estados de ánimo como una forma de crear música, arte, belleza. Con la firma de Roddy Frame; eso significa calidad, delicadeza, intensidad, es decir, los ingredientes de una obra maestra musical que consiguen que un disco nos toque en lo más profundo y nos emocionen.