domingo, 8 de septiembre de 2013

Montón pila



“Incluso un número elevado de compradores de libros entra en la librería, le pregunta al empleado por el libro de fulanito, y el dependiente le indica el montón. Si le pides un libro de una editorial de medio reconocimiento y de un autor desmarcado te responde que no lo tiene. “Déjeme que mire en el ordenador”; pero resulta que tampoco aparece, o si aparece tratarán de tenerlo allí en quince días”.

Germán Gullón.         
Los mercaderes en el templo de la literatura.
Caballo de Troya, Madrid, 2004, pp. 162.

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